• Los Comités Locales de Justicia son un escenario de articulación entre el Estado y la sociedad civil, para minimizar barreras de acceso a la Justicia.
  • El Comité Local de Justicia de Morroa, ha propiciado iniciativas comunitarias que han despertado la juntaza de las mujeres.

Los  Sistemas Locales de Justicia (SLJ), son la forma como la justicia actúa en un territorio. Con una estrategia de trabajo colaborativo entre el Estado y la Comunidad, y mediante el reconocimiento de las necesidades de justicia en cada territorio, se logran respuestas oportunas y efectivas a la ciudadanía.

En este sentido; los Comités Locales de Justicia (CLJ), son escenarios que han cobrado especial relevancia en los territorios; constituyendose, como una instancia de participación, representación, concertación y coordinación entre el Estado y la sociedad civil.

Esta instancia, que tiene como objetivo articular y coordinar las capacidades de planeación, gestión, financiación, operación y oferta de la justicia, está contribuyendo en Morroa, no solamente a minimizar las barreras de acceso a la Justicia; sino que además, a partir del ejercicio de construcción de sus planes de trabajo, ha despertado iniciativas comunitarias que han transcendido a la toda la comunidad en general.

Así nos lo manifestó Ana Carolina Cantillo – quien hace parte de comité como representante de la Mesa efectiva de participación de las víctimas del municipio de Morroa: “Iniciamos con la convocatoria que nos hizo el Programa Justicia Inclusiva de USAID a todos los representantes de mesas, sectores, orgaizaciones e institucionalidad del municipio, para crear un plan de trabajo que nos permitiera llegar a las necesidades más sentidas de acceso a la justicia en el territorio”.

El restablecimiento de derechos a comunidades que son sujetos de reparación colectiva, la restitución y el retorno de las familias a tierras que fueron despojadas y las violencias basadas en género, fueron según el relato de Ana Carolina, algunas de las necesidades más sentidas por la comunidad.

Precisamente, impulsar acciones para el empoderamiento y autonomía de las  mujeres se convirtió en una de las primeras tareas del comité. “En las jornadas de planeación, nos dimos cuenta que podíamos hacer el 8 de marzo una conmemoración a mujeres que habían luchado por sus derechos, que pedían al mundo justicia y decidimos convocar a mujeres que nunca habían estado en escenarios de participación”; así lo expresó Ana Carolina.

Mujeres de la cabecera municipal y  de zonas rurales con las que empezaron a reunirse, inicialmente con la excusa de rescatar tradiciones que la violencia no les había permitido transferir a otras generaciones: la tradición como artesanas, tejedoras, y la tradición de la música, del pito.

Ana Carolina, manifiesta “En estos espacios yo aprendí a tejer, pero sobretodo aprendí a escuchar y conocer a otras mujeres; y entre todas empezamos a tejer nuevos sueños, nuevas esperanzas”.

A partir de esa juntanza, hoy Morroa, cuenta con colectivos juveniles de cuidado ambiental, o con organizaciones que defienden los derechos de las comunidades LGTBIQ+ y con mujeres que se han reencontrado con su fuerza y han tomado caminos de autonomía. “La llegada del Programa de Justicia Inclusiva, sin duda ha acercado a otras organizaciones, que hoy nos miran y trabajan con nosotros, a partir de esto que hemos sido capaces de construir. Para nosotros, el comité local de Justicia en Morroa, teje la confianza, acerca al sistema de justicia a las comunidades y construye nuevos caminos para la convivencia y  la reconciliación” enfatizó Cantillo.