● Sesenta estudiantes y docentes de los municipios de Ovejas y Los
Palmitos fueron certificadas como “Mediadores Escolares”
● El proceso es liderado por la Arquidiócesis de Cartagena con el apoyo
del Programa Justicia Inclusiva de USAID.
● La formación se desarrollará en 16 municipios de Montes de María
(Sucre y Bolívar), llegando a 800 jóvenes de instituciones educativas
urbanas y rurales

Motivar en las Instituciones Educativas la Cultura de Paz a partir de la
apropiación de habilidades sociales, emocionales y ciudadanas, es uno de los
principales objetivos de la Mediación Escolar como estrategia para resolver
conflictos menores entre compañeros.
El Ministerio de Justicia y del Derecho, define la mediación como: “una
oportunidad para que las partes, con la asesoría de un tercero y a través del
diálogo directo, manejen un conflicto determinado para generar un nuevo
escenario en donde se respeten espacios mínimos de convivencia”. Cuando se
realiza en el contexto educativo, los (as) mediadores (as) son estudiantes a
quienes se forman y fortalecen habilidades en teoría del conflicto, análisis del
conflicto, competencias ciudadanas y en los métodos alternos de solución de
conflictos con énfasis en la mediación escolar.
Este proceso liderado por el Ministerio es una de las mecanismos incluidas
dentro de la Caja de Herramientas en, Métodos de Resolución de Conflictos
(MRC), diseñada bajo la premisa de generar más y mejores herramientas para
facilitar el acceso a la justicia a los ciudadanos. “Con la mediación escolar se
espera generar mecanismos de prevención, para que esos pequeños problemas
no escalen a problemas mayores y que los niños y niñas desde la edad
temprana, empiecen a resolver sus conflictos y a dialogar, evitando mayores
conflictividades”; así lo expresó Andrés Peña, Director de Métodos
Alternativos de Solución de Conflictos del Ministerio de Justicia y del Derecho.

En los Montes de María, este proceso es liderado por la Arquidiócesis de
Cartagena con el apoyo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional (USAID), y se convierte en un aporte fundamental para la
reconstrucción del tejido social y de los lazos comunitarios que han sido
fuertemente vulnerados por la diferentes formas y hechos de violencia que
durante mucho tiempo afectaron a las comunidades. Los niños, niñas y
adolescentes no fueron ajenos a estas situaciones por lo que es importante
identificar la escuela como uno de los principales entornos protectores para
esta población, logrando que se conviertan en espacios seguros donde puedan
convivir, dialogar y participar tranquilamente.
El presbítero Elkin Mauricio Acevedo – Director de la Arquidiócesis de Cartagena
se refirió a los logros del proceso “Con la formación logramos instalar
capacidades en los temas de transformación creativa de conflictos,
alternativas para el diálogo, escenarios de construcción de paz y capacidad
conciliadora, de manera tal que no se va a los conflictos sino que podamos
transformarlos viendo en ello no unos obstáculos sino una oportunidad para el
respeto por la diferencia y la convivencia pacífica”.
En esta fase la formación llegó a dos municipio del departamento de Sucre, en
el que se formaron y certificaron 60 personas, de los cuales 51 son jóvenes y 9
docentes de las Instituciones Educativas Santa Rosa de Lima y Concentración
Desarrollo Rural del municipio de Los Palmitos y Liceo Vicente Claviedes de
Ovejas.
Camilo Andrés Zapata es uno de los mediadores del municipio de Los Palmitos,
que comparte su experiencia “Aprendí mucho, sobre todo del control de las
emociones y la importancia de la comunicación (…) ser siempre neutro y ser un
mediador para que los conflictos no crezcan”.
El Ministerio de Justicia señaló que con este proceso se está llegando a más de
mil niños, niñas y jóvenes a nivel nacional y se espera poder duplicar esta cifra
para el 2024, apostándole a una sociedad resiliente, una sociedad que dialogue
y que logre resolver sus conflictos.